Todos tenemos una jefa o un jefe.
Puede ser también la persona a la que reportas.
Puede ser a quien le debas parte de tu empresa.
Pueden ser millones de ciudadanos si te dedicas a ser alcalde o presidente de un país.
No me vengas con que lo de “yo soy mi propio jefe”, porque y entonces, ¿tus clientes? Ellos mandan sobre ti.
Piensa como tu jefe:
Haz resúmenes
Anticípate a las soluciones
Lleva tú la iniciativa
Adáptate a su lenguaje y estilo
Disclaimer: no voy a entrar en si tu jefe o jefa es bueno o no. Los buenos jefes los contamos con los dedos de una mano. Pero no deja de ser una relación necesaria y bidireccional que hay que mantener y desarrollar. Lo puedes hacer por tu organización, por tus clientes, por tu propio desarrollo profesional, por tu casa en la playa o por tu paz mental. Pero hazlo.
😂 Antes de entrar en harina, y por si quedaba alguien del sector sin haber visto esta joya, volvamos a reírnos otro minuto y medio:
1. Eso que tú le das
💬 Resume y vencerás
Tu jefe tiene poco tiempo. Ya, ya sé que tú también. Por eso.
En los informes, iniciativas, propuestas o feedbacks que le hagas llegar, empieza por el resumen.
Enfócate en lo importante. No te pierdas en los detalles.
Agrega más estructura a tu comunicación escrita y verbal. Llévalo a un nivel estratégico. Agrupa y ordena lógicamente sus puntos principales y mantenlos lo más breves posible.
Practica dando la respuesta primero. Luego das los detalles.
¿Hemos llegado a los objetivos este mes?
No. Los mayores retos han sido A, B, C. Los vamos a atacar con X,Y,Z.
¿Has enviado la propuesta al cliente?
No. Sale esta tarde a las 17:00.
⛳ Soluciones claras
El día 20 de enero de 1961, el presidente de los Estados Unidos de América, John F. Kennedy, dijo en su discurso de investidura una de esas frases que hacen promocionar al redactor de discursos de presidentes: “No pienses qué puede hacer tu país por ti. Piensa qué puedes hacer tú por tú país”.
Levantar la mano para quejarse está bien, pero en la cultura tech, el principio de ownership, o de “no escurras el bulto y ataca el problema”, está a la orden del día.
Mal: “Jefe, tenemos un problema con un cliente, que se ha quejado de que nuestra herramienta no funciona. Estos del equipo de desarrollo no se enteran, ya es la quinta vez esta semana.”
Todo marrón, sin solución. Ponle música de Ska-p de fondo.
Bien: “Estamos creando un plan de corrección para bajar el volúmen de incidencias, que se ha disparado un 50% este mes.”
🚴 Lleva la iniciativa
Tú eres la tête de la course en vuestras reuniones 1 to 1.
No esperes a que sea tu jefe quien agende un hueco, búscalo tú y prepara la agenda con los puntos que quieres hablar.
Una vez en la reunión, empieza por los puntos más importantes.
Estate atento al tiempo que os queda para que haya hueco para resumir próximos pasos y agendar la siguiente interacción.
🧢 Su estilo, tu estilo
Su manera de comunicar, tu manera de comunicar.
Puede que no compartas su estilo al 100%, y eso no es malo. Sin que te des cuenta tú también estarás aportando tu estilo a la conversación.
Estar atento a los detalles es una habilidad complicada, pero que tiene muy buenos retornos.
Están en emails, chats, gestos en una reunión. Mimetízate, darwinízate.
2. Eso que recibes
Dijimos bidireccional al principio. ¿En qué te puede beneficiar? Principalmente en dos aspectos: darte visibilidad y ayudar a desbloquear. Eso que tú me das.
🔦 Visibilidad
Por muy horizontal que sea la estructura en la que trabajes, siempre hay una cadena de mando, una jerarquía. Será más o menos invisible, pero ahí está.
Esto significa que tu jefe ve una capa de la estrategia que tú no ves. Él irá por delante. Y eso es bueno para ti.
En primer lugar, porque te ayuda a entender la big picture. Esto se traduce en: qué cambios están por llegar, en qué piensa el jefe de tu jefe, qué decisiones se han tomado a nivel más estratégico y que aún no han bajado a otros equipos, etc.
Por otro lado, tu desarrollo profesional y de carrera. Ayudarte a progresar es cederte más responsabilidad. Puede venir en forma de objetivo más ambicioso, gestión de más proyectos, personas u otros recursos (más presupuesto, por ejemplo). Resérvate 30-45 minutos con él a la semana en vuestros 1-1 y prepara buenas preguntas.
Pero ofrecerte la mano para subir al mismo escalón donde está él no está a la altura de muchos. No hay otra, sólo los líderes son capaces de hacerlo. Hay jefes que confunden la ambición con frenar el progreso de las personas que formar una organización. Aquí es donde, en la mayoría de los casos, tendrás que volver a leer el punto de Lleva la iniciativa.
💩 Desbloquear brownies
La situación en la que tienes que pedir ayuda siempre es un momento delicado, incómodo. Pero va con el uniforme.
No serán ni una ni dos las veces que levantaremos la mano ante un riesgo inminente o una bomba que acaba de estallar. Ahí estará el jefe para usar su privilegiada (respecto a ti) visibilidad y experiencia.
No obstante, también se te exigirá hacer un análisis previo de qué realmente es un problema o un riesgo. No estamos para hacer perder el tiempo a nadie.
Como guía, podemos usar la matriz de decisión de Eisenhower, traduciendo el cuadrante de Importante + Urgente como un asunto que realmente escalar a tu jefe. Siempre con una previa reflexión por nuestra parte de si tenemos la capacidad y herramientas suficientes de resolverlo por nosotros mismos.