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Avatar de María Prieto

Estoy de acuerdo con todas las ventajas citadas, yo misma he formado parte de empresas con equipos que trabajan en remoto. Pero: ¿Qué pasa con los que están conformados por 1-3 miembros a lo sumo? ¿Cómo se gestiona a personas que pueden verse abocadas a estar más aisladas o desconectadas (no solo de la interacción física con otros colegas, también con otras personas, más si no tienen opción de acudir a oficina, co-working, etc.)? ¿Qué solución/ soluciones y apoyo se pueden ofrecer en estos casos?

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Avatar de Alberto Abel Sesmero

Gracias por el comentario y me encantan las preguntas 😃 Por partes:

1. Equipos de 1-3 personas tienen dinámicas distintas y se tiende a la sobre comunicación (no necesariamente malo) para aprovechar precisamente el reducido número de personas y por tanto de crear una audiencia máxima. Habrás vivido seguro reuniones de trabajo en las que una persona comparte pantalla y montáis "en directo" una PPT o un Excel con ideas o outputs deseados de algún proyecto.

2. La soledad es uno de los damnificados por el remoto, no hay duda. Por eso es tan importante el pilar de la recurrencia en la comunicación y claridad de hacia dónde se dirige el equipo/la empresa.

3. Soluciones como algunas de las planteadas en el post (viajes o eventos de grupo), u otras como involucrar como organización a HR y promover actividades, tratar de innovar en interacciones más multidireccionales (no la clásica "comparto pantalla" y todo el mundo a escuchar) con herramientas distintas (gamificación, concursos, etc), adherirse a comunidades en remoto donde se pueda establecer network con personas de la misma u otras organizaciones, etc.

Encantado de tener una charla con una cerveza y ahondar en el asunto :) Gracias por pasarte!

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