#156 🧑💻 La élite de los equipos en remoto
Los 3 pilares detrás de una buena gestión de equipos desperdigados
Voy a empezar con dos preguntas:
¿Por qué crees que los equipos en remoto no funcionan?
¿Por qué crees que los equipos en remoto sí funcionan?
Los equipos en remoto están desconectados. Dicen.
Se pierde el lenguaje corporal, el compromiso se difumina, la tecnología une pero hasta cierto punto, olvídate de tomarte un café o darse un paseo por la oficina, husos horarios que retrasan las cosas… Dicen.
Todo eso es cierto. No hay un modelo perfecto. Pero no se le puede dar la espalda a la realidad. Y para ellos rescato una imagen que cumple 10 años. Cada vez son más las personas que optan por modelos de freelance, que trabajan desde cualquier parte. Cada vez son más las empresas que deslocalizan equipos y talento para asegurar que llegan a sus objetivos, sin importar dónde estés sentado o sentada.
Algunos coneceréis a @levelsio por su ajetreado X, por sus proyectos build-in-public o por el que fue su primer hit: Nomad List. Aunque ahora sus factures las paguen proyectos de IA, este holandés errante hecho a sí mismo, en 2015 ya vaticinaba que el mundo se dirigía hacia el remoto.
Luego llegó la pandemia, y el COVID le dio el empujón de credibilidad que los escépticos buscaban.
Y luego llegaron las políticas de volver a la oficina de las grandes techs para dejarnos en un mundo que “ni pa tí, ni pa mí”: lo híbrido es el equilibrio y el trabajo desde casa es una herramienta de productividad, flexibilidad y de atracción y retención de talento.
Antes de entrar en la chicha del post de hoy, recordemos por qué los equipos en remoto pueden trabajar mejor:
Mayor foco y deep think time
Mejor balance de tiempo de trabajo y personal
Acceso a talento global
Mayor diversidad de opiniones (como consecuencia del punto anterior)
Más eficiente en costes y más escalable
Mayor capacidad de resiliencia y adaptación
Desarrollo de otras formas de comunicación: al perder los gestos, tendemos más a escribir o a presentar de otra manera. Por cierto, rescato este post que tanto éxito tuvo:
#92 ✏️ Escribir más y mejor
En un mundo cada vez más asíncrono y con menos tiempo para digerir todas las ideas de nuestro alrededor, escribir más y mejor es una habilidad cada vez más demandada.
Volviendo a los pilares del remoto: hace unas semanas participé en una interesantísima conversación sobre cómo gestionar mejor equipos en remoto. Por las mañanas, me despierto con Australia, Japón y China. Al medio día llega Europa y África. Y por las tardes meriendo con Estados Unidos y LATAM. Creedme que no es fácil adaptarse a culturas tan diversas con gente que está trabajando desde oficina, pero otros que están moviéndose constantemente o simplemente solos en sus casas.
La conclusión de las conversación fue la siguiente:
Pilar 1: claridad
No hay nada como que todo el mundo sepa lo que tiene y no tiene que hacer. Fácil decirlo, pero difícil llevarlo a cabo. Y con gente en remoto, aún más. ¿Qué esperas de cada persona en los próximos meses? ¿Entienden bien las métricas por las que se les va a medir el éxito?
Crea unos objetivos y dirección clara para el equipo y no te canses de repetir y repetir el mensaje. Todos hemos mirado el móvil o terminando una compra en Amazon mientras acudíamos a una reunión virtual. Son realidades con las que tienes que lidiar. No pienses que reunir a tu equipo para explicarles lo que acabas de enviar por email es una pérdida de tiempo.
Por último, echa mano de herramientas como las matrices RACI para que todo el mundo entienda su papel en el proyecto.
Pro tip: mira a los ojos y pregunta siempre ¿Estás de acuerdo con esto? Genera compromiso desde el minuto cero.
Pilar 2: Planificación
El remoto da flexibilidad pero evita que puedas levantarte a preguntar o a quejarte o a compartir cualquier cosa con el compañero de al lado. Por eso es importante anticiparse en el tiempo, porque no sabes cuándo será la siguiente interacción.
Ligado al pilar 1, piensa siempre en el largo plazo. La dirección es menos clara cuando estás tú solo.
Ten en cuenta los husos horarios de todo el mundo y haz para coincidir de manera semanal/mensual/trimestral.
Pilar 3: cultura de colaboración
Volviendo al ejemplo de levantarse a preguntarle algo a un compañero, la tecnología intenta replicar ese momento desde la distancia. Hoy en día puedes tener Slack o Outlook en el móvil y poder comunicar desde cualquier lado. Existe una línea fina entre la desconexión, el pasotismo y la toxicidad. ¿Qué podemos hacer al respecto? Ahí entra el pilar de la colaboración.
Reparte tareas y que sea el equipo quien prepare estas sesiones semanales o mensuales. De esa forma estarás dando voz a quien está en modo “copiloto en mi casa esperando a que empiecen las llamaradas”.
Consigue presupuesto para poder hacer 3 ó 4 sesiones de trabajo (¡y ocio!) presenciales. Todos juntos, en algún sitio del mundo que tenga sentido. Con unos objetivos claros. No estamos para dilapidar pasta tampoco. Verse en persona refuerza al equipo, combate la soledad y reaviva la pasión y el foco.
Piensa en qué vías de comunicación son las preferidas por todos (o casi todos). A veces basta con enviar un email y luego saltar en llamadas rápidas (quick stand ups, como hacen las empresas de producto: 10 minutos cada mañana y tirando que es gerundio).
¿Qué otras técnicas te han sido efectivas? ¿Cuáles no han funcionado por mucho empeño que les has puesto? ¿Crees que la IA ayuda al trabajo en remoto? Son muchas preguntas, contesta las que quieras.
Estoy de acuerdo con todas las ventajas citadas, yo misma he formado parte de empresas con equipos que trabajan en remoto. Pero: ¿Qué pasa con los que están conformados por 1-3 miembros a lo sumo? ¿Cómo se gestiona a personas que pueden verse abocadas a estar más aisladas o desconectadas (no solo de la interacción física con otros colegas, también con otras personas, más si no tienen opción de acudir a oficina, co-working, etc.)? ¿Qué solución/ soluciones y apoyo se pueden ofrecer en estos casos?